domingo, 10 de diciembre de 2017

RESUMEN DEL CAPITULO 14,15,16,17,18

CAPITULO: 14
“Me reiré del mundo”
El hombre es el único animal con la capacidad de encontrar el lado gracioso en todo lo que acontece, por lo tanto debemos cultivar esa cualidad. Cuando reimos nuestras penas desaparecen. No debemos preocuparnos por lo que sucedido ya que al pasar el tiempo esa preocupación parecera insignificante. Cuando alguna mala experiencia nos aceche nuestras vidas repetir estas palabras: “ Esto pasará también” al igual que nos sucedan cosas buenas para no aferrarnos a ellas y que nos convirtamos en seres superiores a los demás.
CAPITULO: 15
“Hoy multiplicaré mi valor en un ciento por ciento”
Cada uno de nosotros tenemos el don de escoger lo que seremos en la vida. Como el ejemplo que nos presenta el libro que dice: “El trigo puede ser puesto en una bolsa para darle de comer a los puercos; o más bien puede sembrarse en la tierra para que sus espigas de oro produzcan mil granos de uno”.
Debemos trazarnos metas y no temer si son demaciado elevadas. Trazandonos metas es que nuestra vida adquiere sentido. Si no logramos nuestras metas porque tropezamos en el camino no desanimarnos porque el hombre tropieza con frecuencia antes de llegar a su hogar y es normal. Como también si las alcanzamos no proclamar el éxito porque ante todo debemos ser humildes. El secreto es tener aspiraciones.
CAPITULO: 16
Noveno pergamino:
“Procederé ahora mismo”
Debemos dejar a un lado el temor y lanzarnos en busca del éxito. Como dice Og Mandino en su libro: “Ningún mapa, por bueno que sea, puede trasportarnos ni a un centímetro de distancia es nuestra diligencia la que nos conduce al éxito”.
No debemos eludir las tareas para hacerlas mañana porque el mañana es para los fracasados. No hay momento oportuno para realizar las cosas, es hoy ese momento. Repetir estas palabras: “Procederé ahora mismo” es muy importante cuando el desanimo nos aceche y al igual que todos los dias de nuestras vidas.
CAPITULO: 17
Décimo pergamino:
“Oraré pidiendo directivas y orientaciones”
Todos de una manera u otra sin importar a que religión pertenezcan, cuando están en peligro aclaman a Dios. Siempre Dios nos da una respuesta a nuestro clamor ya que cuando no obtenemos lo que queremos también es que Dios nos dice “No” y eso es una respuesta.
Nunca debemos orar pidiendo cosas materiales, sino pedir direcciones para poder alcanzarlas. Lo primero conduce a la pasividad, lo segundo a hacernos las preguntas que nos conducen al éxito.
CAPITULO: 18
Hafid ya en su vejez se sentaba en su jardín junto a Erasmo porque no podía hacer más actividad por las enfermedades que padecia. Sólo esperaba aquella persona elegida que heredara de él los 10 pergaminos. La espera duró 3 años luego de disuelto su emporio comercial.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario